24/5/12

Soldado / La sospecha

"Abrió el ojete con los dedos. Metió uno dentro. Se fijó en la pequeña fisura. 
Metió más adentro el dedo. Hurgó. Lo sacó. Lo olió. 
Lo hundió otra vez en el culo del chico y después de hurgar otro ratito lo sacó y lo olió más despacio. 
Y gritó: “Que te pasó en el culo, hijo de puta!... con que te hiciste esta herida?.. Habla o te capo, maricón!”
 Y todas esas preguntas y amenazas fueron acompañadas de unos puñetazos terribles en las nalgas. 
Dani no sabía como salir del paso..."


Si pinchas la imágen puedes entrar a leer el capítulo 5 de esta historia del Maestro Andreas

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